Los momentos difíciles no son eternos, II

Hay días y hay días. En esos también horas y horas. Terribles algunas y otras no tanto, pues aprendes a vivir con el recuerdo de los días felices, esas horas y saber que hay un futuro, eso te empuja como un barco, donde el viento del pasado apura hacia el futuro. El cempoalxóchitl crece ya, amarillo y escandalosamente hermoso donde quiera. No hubo un mes, desde mayo en que no lloviera y esas lluvias lo hicieron crecer precioso. Es raro, pero ese color amarillo enlaza el mundo de los muertos con los vivos, cada año en altares llenos de color y de olor. El ser humano desde antes, razonaba que tendría que existir un lazo pues esterrible vivir con la convicción desnuda, de que todo acaba aquí y que no hay mas alla nada. Tan dificil de procesar para mi, comosi alguien me viniera a  decir que las llamadas de un radio telefono a una antena celular, no existen porque no puedo ver la emisión de señales. Creo que si, creo también que no en solo en Todosanto, como decía mi abuela María Luisa, sino todo el tiempo los que se fueron de este mundo están tal vez, divertidos, mirando como los extrañamos cuando ellos saben y nosotros deberíamos saber, que todo es un ciclo y que el polvo que hoy flota en el aire, ayer fueron los sueños y anhelos de otras generaciones, que la materia no se crea ni se destruye, solo se transforma, y que esa mota de polvo, ayer fue parte de una hermosa joven que impulso los sueños de un padre.
Otras culturas como los romanos, los egipcios, trataron de entender el misterio de la muerte. Para nacer hay que morir, cantamos en la iglesia, bajar a la oscuridad de la tierra, en forma de grano y a los siete días reventar germinado en forma de pequeña milpa, como las coronas de 9 días. ¡Que metáfora! Engloba el misterio del inframundo, de la oscuridad, del vientre femenino oscuro, y que de esa muerte, de ese ingreso a la oscuridad la vida nace otra vez, como Perséfone, como la hermana de Huitzilopochtli, en forma de luna, renace victoriosa, cada 28 días¡
Si,  hay días en los que me duelen los que ya se fueron, pero sé que esas muertes dan paso a la vida. Como hacer entonces, para celebrar ese paso? Como entender en este limitado tiempo, que la vida solo es un preámbulo a la muerte y que quizá allá es una dimensión en la que las preguntas se contestan?
Tal vez así lo entendería. Mientras tanto, atisbaré el cielo en la noche, vigilaré y tendré cuidado de las ofrendas que con cariño pongo en el altar para mi padre, para mi hija y para quienes caminaron ya hacia ese desconocido que es la muerte.
Elegiré creer que el mundo no físico, el de la energía divina tiene mas autoridad que el mundo físico de la energía y la materia, y seguiré viviendo, buscando un estado de plenitud en el que pueda utilizar mis capacidades de manera plena y vivir conforme la vida me lo vaya requiriendo.
Buscaré conocer mis virtudes y mis talentos y reconstruir con ellos mi vida, para que, en un cíclo los ponga en práctica al servicio de los demás, sin ninguna otra causa que la determinación encarnizada de estar viva hoy, decía García Marquez.
Esos acontecimientos dolorosos son y fueron esenciales en el desarrollo de mi persona y no son un castigo a mis actos, como a veces la tristeza me hace creer..
Así que a quienes me dejaron, quienes tuviero que irse, quienes eligieron otro camino diferente al mío debo agradecerles, y dejarlos ir, pues irónicamente, eran ellos quienes pensaban que se liberaban de mí y hoy entiendo que Dios me respalda, no hay de que preocuparse, que estoy segura, que todo reto y dolor lo pasaré con su ayuda, con fé y fortaleza que solo creer en él me da.
De tal suerte que agradezco a Dios, haberme separado de mi vida anterior, porque yo sola no habría tenido el valor de dejar a esas personas, hoy hago cosas que jamas imaginé, río, canto, extraño a mi hija, pero con esperanza, no con amargura, y sin un día la tristeza me alcanza, me recompongo y dejo mi tristeza en sus manos y sigo adelante. Solo Dios, pudo haber concebido este plan.