Sonriendo

Sonriendo
Buenos días!!!!!!!!!!!!!!!

31 agosto 2008

Una tarde calurosa de agosto.

En la quietud de la tarde los chahues brincan en las copas de los huanacastles, los malucos están cargados y desparraman generosos su fruto en el arroyo, el agua gorjea, canta. Son muchos arroyos que se despeñan felices en su término allá en la llanura se despeñan serpenteando. Es el agua que baja desde las montañas de los chimas pero de Chiapas. Los huanacastles sin orejas maduras todavía verdean a lo largo del camino. Esporádicamente van gritandoy persiguiendo a los quiméricos micos de Humoa en su paso rumbo al Carmen, ahora hay una barranca que se llama de Humoa, pero antes solo a lomos de caballo llegabas desde Rizo de Oro al Carmen, a Caco Prieto y a Alta Luz. Dicen que ahí todavía hay pumas, que en noches de viento acechan a los becerros y se los llevan a rastras. Dicen que hay serpientes verdes que cuelgan de las ramas y atacan a los desprevenidos. Aún no entiendo para qué. Definitivamente un humano no forma parte de su dieta. En el arroyo pasó rápido un pececito rojo. Mi papá dice que no es cierto. Yo lo vi. Enojado me dice que salga del agua, pues eso rojo solo puede ser una coralillo. Estamos en el río de las Minas. Bajo árboles fabulosamente verdes con gigantescas copas bien puedo tomar una foto y decir que fui a Chiapas a Tuxtla, las Minas está casi bajo la carretera es un río alimentado perennemente por múltiples arroyos como el de los malucos. Saturado de plantas de hojas gigantescas el río huele a higos podridos, a hojarasca mojada. En las tardes calurosas de mi pueblo, es el único sitio donde puedes sumergirte y nadar. Nado como entiendo, y el agua es fría, te devuelve al mundo, realmente necesaria después de estar sobreviviendo las tardes augustas, del estío diría los españoles. Calor que emborracha, da excusa al alcoholismo proverbial de mi gente. Mejor sería nadar en las Minas, llevarse esta frescura hasta allá al pueblo. El río está sucio, contaminado del agua de los cerros y quien sabe si de algo más. Los Manguitos arriba de Cantarrana, río arriba están calzados, la Peñita casi seca y Paso Hondo, da pena. Las márgenes han permanecido en el inconsciente colectivo como basurero y ahí llega todo lo que no le sirve al pueblo. Vergüenza, aparte de la laguna negra de la entrada, las basuras del río. Solidariamente los pobladores han acudido y limpiado de manera concienzuda su río. Es el único. Ojalá nos dure otro tanto el río y siga siendo fuente de historias. Mi abuela me contó de la Tisihua, la mujer que se bañaba en la tarde, que sugerente seducía a los varones y los perdía en el monte. Triste lugar de operaciones sería ahora esto para la dichosa Tisihua. Aunque ahora sé que solo se pierde él que quiere y que tontamente cree que una mujer hermosa solo buscaría aventuras en la tarde. En fin tal vez los cabellos negros desatados y extendidos por el agua ofrecerían promesas de placeres desconocidos. Mejor aún, tal vez ahora al limpiar la Peñita vuelve a surgir flotando la jícarita con jabón espero. Mientras tanto cavilo, sueño con llevarme este verdor inusitado como una imagen y recurrir a ella en otra tarde estial o calurosamente a mis sueños, a la orilla de la carretera negra y disfrutar aunque sea con las maravillas del pensamiento de Las Minas otra vez.

02 julio 2008

La música


Oaxaca es un lugar hermoso, todo el estado es un tapete colorido en los mas diversos tonos. En la costa puedes ver los rojos pícaros, deseosos de vivir la vida, en el istmo el amarillo que seduce al sol; la cañada con su cielo azul luminoso... Sin embargo la sierra, la sierra es algo diferente, hermoso. Tal vez es el aire frío, el cielo absolutamente claro, a veces distraído con nubes coloradas, cachetonas de luz. Reflejan con el sol su albor, su blancura. Los cerros desde lejos se ven azules, prietos de verdor. Allá están tiradas las piñas increíblemente grandes del pinoabeto, acá las piñas chiquititas de otras coníferas (juncia les decía en mi pueblo, en la parte mas sureña del estado). Para mí, gente de planicies, estos cerros desafiantes al cielo me inquietan, tienen un aire como de guerreros listos para la batalla. Desafiantes es lo único que los describe. La sierra que corta la super carretera Oaxaca Puebla es una muestra del desafío del que hablo. La Super carretera, en mayúscula inicial, es un arañazo chiquitito en la ladera de aquellos colosos apenas holladas por nuestras maquinas excavadoras, compactadoras y todo un ejército de hombres esforzados que a puro sudor excavaron túneles, puentes, y en total volaron partes de aquellos cerros magníficos. Después de todo que puede dar esta tierra elevada sino gente de carácter seguro y fuerte. Sin embargo tienen tanta sensibilidad en su alma. Basta escuchar su música. Los metales se mezclan gozosos, alegres con las pocas cuerdas, allá las flautas, los tubas, no sé cuantos instrumentos conforman una banda oaxaqueña pero si la música es una de las bellas artes, logra su cometido a la perfección en el caso de las bandas de la sierra de Oaxaca. Decía mi maestra Cuquita, que las artes logran transmitir el sentimiento sin decir palabras, por lo que decía, eran universales, esto es comúnes a todos los seres humanos, susceptibles del dolor, del amor, de la alegría. Entonces una banda oaxaqueña, de la sierra, en los maravillosos sones de Betaza, entrega primero la tristeza, la melancolía de las tardes serranas; a poco entra la desesperación de las noches sin sueño, y que son rotas en su deseperanza por los metales maravillosos que desbaratan el dolor en la alegría del amanecer con una tazota de café caliente, la dicha de amanecer, de estar vivo, de amar.
No sé todavía que de maravilloso tiene la música que logra encontrar en los sonidos la dicha de mi corazón, así sin decir una palabra. Los sones de Betaza son alegría convertida paulatinamente en dolor y vuelta después mas segura de sí, en una felicidad que no tiene igual. Las mujeres, bailan y ellas sin comparación con su vida diaria, son la pieza central de esta danza, de este baile, ellas llevan y organizan la pieza que se mueve como ellas, recatadas, dulces. Y a la vez tan seguras, su faldas blancas de algodón prístino, puro, nuevo, suenan al moverse, destacan las cuentas rojas de su collar, el rojo del ceñidor es necesario en esta blancura inocente. Las facciones de esas mujeres tan hermosas, se coronan con sus trenzas negras casi azules, los listones, sin más, negros, aseguran que el ritmo no las desate. Giran en el aire, y así en cada paso llevan la música, elevan el corazón de ese pueblo, que sin palabras encuentra que la vida tiene dos facetas, que es cada una de ellas está Dios, esta el amor, y en su baile, en cada compás de su música deja que su corazón cante, que su cuerpo sin una sola palabra diga mucho más que una monografía dedicada a la vida de Betaza. Vivan mucho años maravillosos pueblos de la Sierra, conserven en su corazón la vida, en su alma la pureza, sin palabras que empañen el sentimiento puro de la vida, de la paz que los cielos azules a diario prodigan la dicha de la vida. Solo alguien que ame tanto a este pueblo pudo hacer esa música que conmueve, que transluce sin imágenes el cielo, el color de mi amado Oaxaca. Que viva la música, y sobre todo las Bandas de Oaxaca¡¡

27 junio 2008

El día de San Francisco

Tú crees en las coincidencias? Yo no. Yo creo que este es un plan infinito creado por un Dios que a veces quiere reírse de algo.
No me explico como caminar tanto y llegar al mismo lugar. Eso sí en diferentes generaciones. Este cielo es el mismo que te cuida, y cambia con los días del año. Son tantas estrellas, no se escucha nada, la arena, la tierra esta fría, no hay nada mas que ver, no hay árboles, no hay verdor, no hay nada mas que estos árbolitos, chaparritos, ralitos. Ya no escucho ninguna voz. Primero me llamaban, después hablaban de mi, en voz baja, y ahora nada. Nada, ninguna luz, solo este frío que cala que parece meterse en los huesos y no me deja caminar. Lejos están allá, los mangos, la luz del cielo amoroso de mi pueblo, nuestro pueblo. Muy, muy lejos.¿Como carajos me metí en esto? A la chingada con las buenas palabras, estoy muriendo. No, no es cierto, pronto amanecerá y alguien vendrá por mí. No importa lo que pase después. Son tantas cosas que quedan como para que se acaben así nada más, muchas cosas, sentimientos, la vida. Hay que conservar las formas, las buenas costumbres, las palabras. Con una chingada, otro calambre! No debo tener miedo, no puedo temer, ya vendrán por mí. No debo dejar que me venza el miedo. Ave María Purísima... ay no... mi religión no acepta la existencia de la virgen. Ya no soy yo.
Si allá, están ellas. Mi mamá está allá sola, mis hermanos no la cuidarán, no como yo. Mis hermanos, cuidaron siempre el honor, la honra, sin embargo vivían su vida muy a su modo, las mujeres calladas y en su casa, bueno las de su familia, las ajenas son para divertirse y bailar... Las mujeres de mi familia, mis hermanas, sus hijas, todas en mi contra y tu contra, quien sabe porque inventarían tantas cosas de ti, y de mi hijo. Como estarás, mi niño? Hecho un hombrecito, pronto te veré solo tengo que levantarme y empezar a caminar no le hace yo sola... No, no puedo. Y también está mi hija. No, no puedo quedarme más tiempo aquí, debo empezar a caminar de nuevo. Todo está tan oscuro, solo se escuchan los grillos y esta tierra seca y fría que suena y al pisarla, chilla, no es el suelo suave de hojas y tierra negra que alimenta a los mangos allá en mi pueblo. Los mangos este año tienen mucha agua, ha llovido, y cuando salí del pueblo estaba lloviendo, mañana es el día de San Francisco. Que voy a hacer? Creo que es inútil agotar mis pocas fuerzas. Ya va a amanecer, ellos prometieron al dejarme que mandarían a alguien, que avisarían... Y ya va a amanecer... Hace mucho frío, tengo miedo¡¡¡ Estoy sola y no tengo agua ya... Poco a poco las piernas toman su propia voluntad, y no las siento ya... Tengo miedo¡¡¡ Todo está tan oscuro, parece un resplandor de luz pero muy lejos, no podré caminar hasta allá... Que va a hacer de mis hijos? Creo que mi vida está terminando, debo aceptar con valor y fé la decisión de... quien? Al fin de cuentas que mas da creer en un Dios u otro? De todas formas regresamos al mismo lugar, a la misma madre tierra. Dios¡¡¡ Que será de mi madre, de mis hijos? Sobre todo mi amá, ha perdido ya un hijo, mi hermano, y sí no ocurre algo también yo he de morir pronto. No sé si valieron tantos afanes, procurar el dinero. Claro que el dinero, bueno eso es otra cosa. Debí pagarle más a ese pillo, pero como tú no querías que viniera, y el dinero, pues hay que cuidarlo. Pero este camino era el más largo, pero eso sí mas seguro,me dijo el muy cabrón, por aquí si llegábamos hasta donde estás tú. Y lejos bien lejos de la migra. Te quiero mucho, los días eran terriblemente largos sin ti, sin verte, sin escucharte.... Y no te voy a encontrar no por ahora, volveremos a vernos? Dormiremos nada más en la muerte? O me integraré al éter, al universo a este cielo enormemente negro que me cae encima que me envuelve en su negrura, que por fin me abraza y toma de la mano para llevarme allá con mi apá, con mi hermanito, con Na Petrona, que me cuida y abraza y suavecito me dice que cierre los ojos, que no pasa nada. Que rece, que no hay infierno, no hay paraíso, solo el abrazo dulce de los que ya no son de la tierra sino del cielo infinitamente hermoso que brilla en Octubre para ti, para mis hijos, para los que quedan en esta tierra, hoy día de San Francisco...

24 marzo 2008

La Tierra, al fin femenina, inconstante.

Ayer tembló, aquello era correr o mirar agazapados. Agazapado viene de gazapo, que es la cría tierna del conejo, sea pues un gazapo el animal al que mas me asemejaba en mi terror. Muy primitivo por cierto. Una fuerza tan inconcebible, es decir no puedo entender como la tierra se puede mover así y yo era un conejo temblando de miedo, todo caía y se removía. Mi mamá siempre tan seria e inconmovible dudó entre quedarse o salir corriendo. Difícilmente haría un tanto así pues su herida quirúrgica bien poco le permitía el movimiento. Escenas de pánico pasaban rápido en mi mente. Al final del temblor solo quedó la risa nerviosa de todos los que teníamos miedo. Nos burlábamos unos de otros y pensábamos en la proximidad de otro volcán o algo así, tan colosal. Las réplicas, las réplicas. Las tejas cayeron, las mas venteadas, las mas sentidas. Es así el corazón de la gente, cuando ha sido venteado, estrellado por el rencor, el dolor, se parte con cualquier decepción. Si , todo está en la mente. Es un campo fértil, dispuesto a puras ideas. Siempre me pregunto que clase de preparación debe tener un ingeniero civil capaz de diseñar y construir carreteras, estas son a prueba de casi todo. Bueno de temblores por lo menos.
La carretera dejó a un lado las vías del ferrocarril, y a su vez esté dejó a un lado el camino real y las carretas tiradas por caballos o bueyes. Y así en involución, sucesivamente. Sin embargo, los caminos sobreviven a los cambios, el ser humano es vago por naturaleza, y el hombre como género más. ¿Será tal vez algo en su adn? ¿Que los impulsa a dejar atrás casa, mujer e hijos? El hartazgo? ¿La ilusión del descubrimiento? Eso mismo los lleva a ser tan volátiles en sus cariños...
No hay prácticamente nada constante, ni la misma tierra. En los montes y colinas, cañadas veo la huella terrible de su inconstancia (como decían los románticos hablando de las mujeres -inconstantes). Tal vez el camino, decía un buen amigo, los caminos digo yo, la carretera, las vías, las rutas marítimas, sino que lo digan los ingleses... Solo el camino, diría Moreno, solo el es constante, y es a su vez signo de cambio, de revolución, de dinamismo, del que ni siquiera la madre Tierra, puede prescindir.

Mar muerto

Mar muerto
Cerca de San Mateo